30 May
30May

Aracne era la hija de un tintorero de Colofón y tenía una gran habilidad para bordar y tejer. Todo el mundo alababa sus obras, de tal manera que se volvió una engreída y afirmó que sus trabajos eran superiores a los de Atenea que era, entre otros títulos, diosa de la artesanía.


Atenea, aunque airada, quiso darle a la joven la oportunidad de retractarse y no ofender a los dioses. La visitó disfrazada de anciana, pero la chica en lugar de retirar sus palabras se burló de los dioses y retó a la vieja a un concurso de bordado. Atenea se quitó el disfraz y comenzó la competición. Mientras que la diosa tejía una escena de su victoria sobre Poseidón, Aracne bordó un tapiz en el que se podían ver 22 episodios de los dioses cometiendo infidelidades. Atenea reconoció la perfección del trabajo, pero se enfadó tanto por el irrespetuoso tema elegido que destruyó la tela y el telar, golpeando a la joven en la cabeza con la lanzadera. Aracne se dio cuenta del error cometido y avergonzada se ahorcó. Atenea se compadeció de ella en el último momento y convirtió la cuerda en una telaraña y a la propia Aracne en una araña. Aracne, como una araña, enseñó la perfección del tejido a la humanidad.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO